En el marco del Día del Estudiante, que se celebra el 23 de mayo, la doctora en Educación de la Universidad de Guadalajara, María Elena Chan Núñez, reflexiona sobre la importancia que tiene la socialización a la hora de estudiar.
Apatía, desmotivación, agobio, cansancio y deserción, han sido los factores que han afectado a los estudiantes de todos los niveles a causa de la inesperada y necesaria reconversión de la educación presencial a la virtual a causa de la crisis sanitaria por el covid-19.
María Elena Chan Núñez, Doctora en Educación y Jefa de Programas Estratégicos de la UdeG, detalla que los alumnos no se sienten perdidos en el contenido educativo, pero sí se sienten frustrados y desmotivados, razones que motivan el abandono de las aulas. Por ello, urge que se valore la parte afectiva y se impulsen los programas de socialización en los modelos educativos.
De acuerdo con la ficha Día del Maestro 2021, que elaboró el IIEG con base en la Secretaría de Educación, en Jalisco hay 2 millones 286 mil 476 estudiantes inscritos al ciclo escolar 2020-2021. El 40.8% (933,180) se concentra en primaria, 18.2% (416,574) en secundaria y 12.6% (287,323) en preescolar.
Asimismo, el 14.0% (320,508) cursa el nivel medio superior y 12.5% (286,039) educación superior, mientras que el 1.3% (29,336) de alumnas y alumnos son de educación especial y 0.6% (13,516) de inicial.
La investigadora Chan Núñez explica que “en los sistemas a distancia convencionales, la deserción llega a ser de hasta un 40 por ciento. Los estudiantes inscritos a estos sistemas virtuales tienen la vida más complicada, normalmente estudian y trabajan. Desertan más cuando son muy autoexigentes y se sienten frustrados cuando fallan en entregas de tareas, entonces prefieren abandonar la escuela y retomarla cuando tengan el tiempo; mientras los estudiantes menos rigurosos respecto a la calificación suelen tener más permanencia”.
En este momento, a causa de la pandemia, los factores que provocan el abandono escolar tienen que ver con la desmotivación, particularmente por no tener interacción social y se suma la falta de acceso a internet de alta velocidad y de computadoras adecuadas.
El Sondeo sobre el estado de ánimo de la población estudiantil en Jalisco COVID-19, realizado por el IIEG en octubre y noviembre de 2020, indica que los estudiantes de nivel preescolar a preparatoria extrañaron asistir a la escuela, con niveles superiores al 75 por ciento.
El 62.9% de los alumnos de preparatoria indicaron también extrañar los horarios establecidos, para los de preescolar fue el 50.0%; en primaria, 37.3% y en secundaria 51%.
Chan Núñez indica que en la Universidad Virtual de la UdeG ha habido una baja importante de estudiantes. Además, que muchos no pudieron hacer sus proyectos en campo y otros improvisaron técnicas con medios digitales para suplir la observación directa a las comunidades.
Resalta que, a pesar de las dificultades, lo positivo que ha dejado la pandemia es que se ha comenzado a valorar la parte emocional y la importancia de la socialización.
“No es lo mismo que un grupo de personas se ponga de acuerdo de manera virtual a que lo haga cara a cara. Es otra energía”.
La doctora en Educación indica que los métodos pedagógicos a distancia son igualmente efectivos que los presenciales, sin embargo, las copias tal cual de las técnicas presenciales provocaron jornadas extenuantes de trabajo tanto para alumnos como maestros.
“En un modelo virtual se da preferencia a la autonomía y a la libertad. Las tareas están dosificadas de modo que los estudiantes puedan tener un buen ritmo de trabajo, sin embargo, por la premura de la reconversión educativa se copió el modelo presencial provocando agotamiento por el control y la exigencia de permanecer 5 horas diarias frente a la computadora”.
La investigadora dice que la convivencia y la empatía entre compañeros son factores esenciales para evitar la deserción y por ello es importante reflexionar sobre cómo se acercan las personas a socializar.
“Cuando se trata de métodos presenciales dejamos que suceda en los pasillos o en el café y en las actividades extracurriculares. En lo virtual, algunos miembros del aula toman la iniciativa de reunirse por las redes sociales y se usan programas propedéuticos para que las personas se conozcan”.
El contacto social que existe entre alumnos y, a la vez, entre profesores y alumnos es fundamental pues significa protección, soporte y apoyo para cuando las personas se sienten perdidas o que están claudicando. Un trabajo en equipo satisfactorio promueve que la persona se sienta parte del grupo y es un incentivo ideal para que la gente permanezca en las aulas.
Chan Núñez concluye que, a pesar de que en México se vive en un régimen económico muy difícil donde no hay una correspondencia entre el nivel de estudios con el nivel de sueldo, el pensamiento crítico, complejo y creativo es algo que las máquinas aún no pueden sustituir.
De esta manera, las capacidades creativas y críticas siguen siendo herramientas indispensables para el futuro, porque amplían las posibilidades para obtener mejores lugares de trabajo; emprender iniciativas y colaboraciones.
Explica que las nuevas carreras apuntan al cuidado medioambiental, al respeto de los derechos humanos y al uso de la tecnología con mucha más creatividad. “Los estudiantes son la esperanza del mundo, pues son quienes impulsan y generan nuevas alternativas de vida”.