De acuerdo con la encuesta ENDIREH 2021, 7 de cada 10 mujeres en Jalisco sufrieron un incidente de violencia. Guadalupe Ramos, de Cladem, nos explica que esta violencia es un problema de derechos humanos y de salud pública que resquebraja el tejido social, afecta a la comunidad, y al ámbito familiar.
El 71.9% de las mujeres de 15 años y más en Jalisco declaró, en 2021, haber sufrido al menos un incidente de violencia a lo largo de su vida. De ellas, un 54% experimentó violencia psicológica, 35.2% violencia física, 53.7% sexual y 30.5% económica o patrimonial o discriminación en, al menos, un ámbito de la vida y ejercida por cualquier agresor. Las que reportaron haber vivido violencia en los últimos doce meses fueron el 45.8%.
De acuerdo el análisis que realizamos de los Principales Resultados de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2016-2021, Jalisco (71.9%) ocupó el séptimo lugar a nivel nacional entre las entidades con mayor prevalencia de violencia en mujeres. En los primeros lugares está el Estado de México y la Ciudad de México con 78.7% y 76.2%; mientras que Chiapas (48.7%) y Zacatecas (59.3%) presentaron los menores niveles.
La doctora María Guadalupe Ramos Ponce, vicecoordinadora del Comité de Latinoamérica y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (Cladem), explica que la violencia contra las mujeres se refiere a los actos de agresión que están dirigidos específicamente a las mujeres por su condición de género.
Explica que se manifiesta en distintos ámbitos y modalidades, ya que puede ser física, psicológica patrimonial, económica, política, obstétrica y comunitaria. “Sin embargo, de la violencia comunitaria se habla poco, porque se centra más en la violencia de pareja, o en el ámbito familiar o doméstico; cuando también existe la violencia que se vive en el espacio público de manera cotidiana”.
Y así lo comprueba la información publicada por nuestro Instituto, en la cual se especifica que la prevalencia de violencia a lo largo de la vida de las mujeres en Jalisco se presentó en mayor proporción en el ámbito comunitario con el 49.9%, seguido de la relación de pareja con el 40.6%, el escolar con el 35.0%, el laboral con el 30.4% y el familiar con el 11.6%.
Ramos Ponce, quien también es fundadora del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, afirma que es muy complicado que las mujeres identifiquen que están en medio de un círculo de violencia. La razón es que se ha naturalizado históricamente, y se ha permitido en el ámbito privado.
Para identificar si una persona se encuentra en un círculo de violencia, señala, es importante que reconozcan los ejercicios de control. “Si alguien intenta controlar tu cuerpo, tu vida, tu manera de vestir, con quién sales, con quién te relacionas, o limitar tus aspiraciones de trabajar o de estudiar, estos ejemplos son semillas de violencia que después se transforman en violencia física”.
La violencia fue permitida por décadas hasta que se comenzó a deslegitimar a través de la sanción penal y social.
En el análisis de los datos de la ENDIREH 2021, se señala que, en el periodo 2016-2021, la proporción de mujeres de 15 años y más en Jalisco que señalaron haber experimentado violencia psicológica por parte de su pareja disminuyó relativamente un 16.1%, al pasar de 43.7% a 36.7%, respectivamente.
Indica que en el periodo 2016-2021, el porcentaje de quienes sufrieron violencia física bajó de 17.1% a 14.4%, lo que significó un decremento del 15.6%. Por su parte, el porcentaje de las mujeres que padecieron de violencia económica o patrimonial y/o discriminación, se redujo en 8.8%; en tanto que, la proporción de las que fueron víctimas de violencia sexual por parte de su pareja se incrementó en un 6.5%.
Violencia e impunidad
La violencia extrema que se ejerce contra las mujeres hoy en día se debe, en gran parte, al contexto agudizado de violencia y la participación de las mujeres en la vida pública, indica la especialista.
“Rita Laura Segato indica que el mensaje que le dejan a una mujer asesinada no es sólo para ella, sino para todas. Es un mensaje de odio y que te puede pasar eso también”, explica.
Otro factor, es que las mujeres han participado más en la vida pública pues antes tenían un rol central de ser cuidadoras, amas de casa o trabajadoras domésticas, indica Ramos Ponce, profesora e investigadora en la Universidad de Guadalajara con más de 35 años de experiencia.
“En la medida que las mujeres se han incorporado a trabajar, estudiar y a desarrollarse, también se ha incrementado la violencia contra ellas. Hay un mensaje equivocado de decirles regrésate a tu espacio. Si estás en la calle, si trabajas o estudias vas a recibir acoso y hostigamiento. Lo hacen para desalentar la presencia de ellas”.
Problema de salud pública
La violencia contra las mujeres es un problema de derechos humanos y de salud pública. “Cuando ocurre algún tipo de violencia contra ellas se resquebraja el tejido social, hay afectación a la comunidad, y al ámbito familiar”, dice.
Los feminicidios provocan la orfandad de niños y niñas, quienes se quedan a cargo de otros familiares, que en muchas ocasiones no están preparados ni física, ni emocional, ni económicamente para recibirlos.
Por ello, es importante establecer programas de atención psicológica inmediata y permanente para que los familiares y los hijos puedan continuar con su vida. Este apoyo psicólogo es fundamental, ya que en algunos casos los hijos presencian el asesinato de su madre.
Es importante también que las mujeres mantengan lazos de cercanía con la familia, con amigas y amigos. “Muchos de los que hacen los violentos buscan aislarlas; minar su autoestima y de pronto están sin nadie con quien hablar. Es necesario comenzar a hablar con quién pueda, desde vecinas hasta cuando asista a consultas médicas para ir encontrando un camino para salir de esa violencia”.
Además, es necesario tener a la mano documentos importantes como actas de nacimiento, papeles escolares, la escritura de la casa. “Cuando ocurren situaciones de violencia, las mujeres y su familia tienen que salir rápido de casa y dejan papeles importantes que le dan continuidad a su vida”.
Cuando nos genera preocupación respecto a lo que está viviendo una familiar, o una amiga, o una vecina es necesario denunciarlo, porque el silencio nos hace cómplices de las violencias, y en el silencio se protege a los agresores.
La violencia contra las mujeres y los feminicidios tiene dos elementos fundamentales, es sistémica y estructural, esto quiere decir, que hay todo un sistema que promueve, genera y permite la violencia contra las mujeres, por lo tanto, la respuesta para evitar estas violencias y feminicidios debe ser justamente de la misma magnitud: estructural y sistémica.
Se requiere una política pública transversal y transexenal, que transcienda partidos y gobiernos para permitir a corto mediano y largo plazo prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres.
En Jalisco, puedes conocer los servicios que se ofrecen a mujeres desde el Dif Jalisco, la Secretaría de Seguridad, el Centro de Justicia para las Mujeres, la Secretaría de Igualdad Sustantiva entre Hombres y Mujeres, Secretaría de Salud y Secretaría de Educación.
https://www.jalisco.gob.mx/es/gobierno/comunicados/conoce-los-servicios-que-ofrecemos-mujeres