Un 6 de abril de 1968 se le agregó el nombre de Vadillo a Zapotitlán en memoria del jalisciense Basilio Vadillo. Israel Nava, regidor de Cultura y Turismo, detalla sobre las festividades, sabores, artesanías y paisajes de este municipio jalisciense.
Zapotitlán de Vadillo, un municipio localizado en la región Sur de Jalisco cuenta con una rica historia y tradiciones que datan del año 542, cuando un grupo de toltecas se establecieron en este lugar dándole desde entonces el nombre de Tzapotitlán.
En 1525, los españoles invadieron la región y Hernán Cortés se instaló por un tiempo en una casa que se construyó especialmente para él. En esa época, los pueblos existentes como Nustla, Tlatlazca y Meztitlán se agruparon con Zapotitlán.
Ya en el siglo XX, para el 6 de abril de 1968 y por decreto a Zapotitlán, se le agregó el apellido de Vadillo en memoria del jalisciense Basilio Vadillo, quien fuera un destacado político, educador y gobernador de Jalisco.
De acuerdo con Zapotitlán de Vadillo, Diagnóstico del municipio, que realizó nuestro Instituto, este municipio tiene una superficie de 376 Km2 y por su extensión se ubica en la posición 72 con relación al resto de los municipios de Jalisco. El 58% de su territorio es montañoso, es decir, con pendientes mayores a 15° y el 53.9% de la región tiene clima semicálido y semihúmedo.
Jesús Israel Nava Solano, regidor de la Comisión de Cultura, Turismo y Actividades Religiosas y de la Comisión de Asuntos Indígenas de ese Ayuntamiento, explica que el nombre de Zapotitlán tiene sus raíces en el idioma náhuatl, ya que proviene de los vocablos Tzapotl (zapote) y Titlán (lugar), que significa «lugar de zapotes».
Su nombre lo recibió por el contraste que había con la comunidad de Cópala, un poblado próximo donde abundan los zapotes negros, muy diferente a Zapotitlán donde sólo había un árbol de zapote el cual fue tomado como distintivo natural de la plaza principal.
Nava Solano explica que la presencia de comunidades nahuas se distingue por los nombres que llevan las localidades de Zapotitlán de Vadillo como son Huitzomelt, Tetapán, Chancuellar o Mazatán. Esto representa la riqueza cultural y la diversidad étnica que ha caracterizado a la zona a lo largo de su historia.
Vida cultural y tradiciones
Zapotitlán de Vadillo es un lugar lleno de vida cultural y arraigadas tradiciones. Tiene un acervo cultural de pinturas al óleo del artista Salvador León que plasma la historia del municipio y actualmente están trabajando por concretar el primer museo cultural.
En el jardín principal, se puede apreciar el monumento dedicado a Basilio Vadillo y a la maestra María Esther Rosal.
“La plaza central es de las más grandes y amplias del sur de Jalisco. Un 90% de la comunidad es católica y una de las fiestas más importantes es la celebración de la Virgen de Guadalupe que se conmemora del 1 al 13 de enero”, comenta Nava Solano.
La fiesta comienza cuando el Ayuntamiento ofrece una comida a los hijos ausentes; continúa con la procesión con música, danzas, pastores, burros cargados de leña y personas cargando el trono con la imagen de la Virgen de Guadalupe hasta llegar al templo donde se ofrece una misa.
Lo que hace muy especial a esta conmemoración es la “entrada de leña”, una tradición que surgió hace 300 años y que ha perdurado hasta este tiempo. Nava cuenta que cuando no había luz en Zapotitlán prendían leña que les funcionaba para alumbrarse, para que los peregrinos no pasaran frío y para calentar el nacimiento. Actualmente, la leña se coloca a lo largo y ancho del jardín para alumbrar la fiesta. Es tanta la devoción y tan conocida esta tradición que llegan personas de otros municipios, estados y hasta de otros países como Estados Unidos.
Otras festividades importantes que también se realizan a lo largo del año son el vía crucis viviente que se lleva a cabo los días santos. La festividad a Santa María Magdalena patrona del pueblo se conmemora en grande pues se lleva a cabo un novenario con alba, repiques, cohetes y recorridos de devotos por las calles. Los festejos a Santa Cecilia, patrona de los músicos. Actualmente se contabilizan 89 grupos musicales y 5 bandas, recalca Nava Solano.
Zapotitlán de Vadillo además es muy peculiar pues celebra sus fiestas con pirotecnia. Utilizan castillos que tienen más de mil buscapies cada uno. “Aquí se viene a brincar. Si nos quema la pólvora nadie dice nada, nadie va al doctor. Se queman hasta seis toritos al mismo tiempo y ves la corredera y grita de la gente”.
Danza de los viejos
La danza de los viejos y los pastores rositas es un baile que representa los 12 meses del año y los 12 apóstoles. El baile simula un juego dentro de un lienzo charro donde la idea es vencer “el mal”, el cual es representado por un danzante que lleva un cuerno, mientras que los pastores rositas realizan una pastorela donde cantan coloquios.
“La danza de los viejos se acompaña de música especial que emite un tambor hecho con madera de parota y un cuero de chivo. Este tiene que ser calentado a fuego para que dé el sonido que ellos necesitan”.
La vestimenta utilizada es en un calzón de manta con un ceñido rojo, un sarape de lana de borrego negro, huaraches artesanales y una máscara hecha de copal tallada a mano que lleva una trenza de ixtle y motas de colores.
Este baile tiene más de 200 años y ha pasado de generación en generación. Actualmente el municipio está trabajando para que sea declarado Patrimonio Intangible del Estado de Jalisco, cuenta Nava Lozano.
El experto en turismo también comenta que en diciembre las delegaciones de Tetapán y San José del Carmen celebran las ramadas, que son festividades únicas y muy antiguas en las que por ocho días se reparte comida a toda la gente con el fin de recibir al Niño Dios. Es importante recalcar que en Tetapán está el Templo de la Asunción, uno de los más antiguos de Jalisco.
Gastronomía
La gastronomía local es una delicia para los sentidos, el municipio tiene platillos como el pepián, el pozole y el bate, una bebida refrescante a base de semillas machacadas. Además, Zapotitlán de Vadillo está en proceso de obtener la denominación de origen para su mezcal criollo, conocido como Tuxca, que se produce en la región y es parte de la rica tradición culinaria y cultural del municipio. Actualmente, el municipio tiene más de 14 tabernas ancestrales que elaboran su propia bebida.
“Tenemos una riqueza prehispánica en todos los platillos. Por ejemplo, el pepián de pollo se cocina con semilla de calabaza tostada en el comal. Las tortillas son hechas a mano y predomina el color morado y el bate se prepara con piloncillo y semillas tostadas y molidas de chan o chía”.
Nova Lozano explica que, aunque algunas tradiciones artesanales se han perdido con el tiempo, aún se conservan la elaboración de huaraches, sillas de bestia, la talabartería y el trenzado de canastos, que son parte de la identidad cultural de Zapotitlán de Vadillo.
Los alrededores de Zapotitlán ofrecen una variedad de atractivos, desde el río Armería hasta miradores con vistas impresionantes. También cuenta con centros turísticos de cabañas que permiten a los visitantes disfrutar de la naturaleza y la hospitalidad local.
Zapotitlán de Vadillo es mucho más que un nombre; es un tesoro cultural que refleja la diversidad, la historia y las tradiciones de Jalisco en cada rincón de su territorio.