Seis talentosos jóvenes que participaron en el «Verano Científico Delfín 2020» coordinados por Edgar Cossío, Doctor en sistemas computacionales con orientación en Inteligencia Artificial, y analista de sistemas del Instituto de Información Estadística y Geográfica (IIEG), presentaron dos proyectos finales llamados “Liidia” y “Chicho” desarrollados a lo largo de siete semanas de manera virtual.
Los integrantes del proyecto son: Yotziri Paloma Pérez, estudiante del Tecnológico de Hidalgo; Kevin Gálvez Parra del Tecnológico de Culiacán; Héctor Manuel Gutiérrez Zazueta del Tecnológico de Culiacán; Rauel Partida Pérez de la Universidad Tecnológica de Nayarit; así como Iván Alberto Cruz y Ramiro Aguilar del Politécnico Nacional, quienes aprovecharon su periodo vacacional de verano para trabajar y ser parte del Programa Delfín, que fortalece la cultura de colaboración entre Instituciones de Educación Superior y Centros de Investigación como es el IIEG.
Por la crisis sanitaria, los jóvenes no pudieron trasladarse a la sede del Instituto, en la ciudad de Guadalajara, para desarrollar los proyectos –como tradicionalmente se hacía- por ello, usaron la tecnología para conectarse y participar cada uno desde su lugar de residencia.
Los jóvenes, su coordinador y con apoyo de las distintas áreas del instituto, construyeron código, programaron, experimentaron con librerías, diseñaron una red neuronal, usaron la inteligencia artificial y resolvieron errores para crear “Liidia” y “Chicho” a fin de que los programas virtuales sean parte de las soluciones a las problemáticas de seguridad que aquejan a nuestro país.
En la presentación de sus proyectos, destacaron que la tecnología en los últimos 100 años ha tenido un avance mucho mayor que en cualquier periodo de la historia, y estos avances han generado –en muchas ocasiones- una mejor calidad de vida para la población, por ello eligieron el tema de la seguridad, por ser una problemática que necesita constantes soluciones. Por ello desarrollaron dos programas relacionados al reconocimiento facial que pudieran repercutir en una mejor calidad de vida de los ciudadanos.
El proyecto Liidia: Localizador e Identificador de Individuos Desaparecidos con Inteligencia Artificial, es capaz de identificar a personas específicas con base a un directorio y puede notificar cuándo y dónde se vieron por última vez.
En una de las pruebas, los jóvenes se dieron a la tarea de “encontrar” a su coordinador, Edgar Cossío utilizando las cámaras de seguridad del IIEG y programaron en Liidia la búsqueda; una vez que fue reconocido por las cámaras, Liidia mandó un correo con el nombre y la ubicación.
Este proyecto a gran escala podría funcionar para facilitar la localización de personas desaparecidas en la ciudad, pues Liida -por medio de algoritmos- compararía los rostros captados por las cámaras de seguridad instaladas en las calles, con las imágenes compartidas por los familiares, para mandar así una notificación del nombre de la persona y su ubicación.
Por otra parte, el proyecto Chicho (Check in- Check out) también usó el sistema de reconocimiento facial para identificar a las personas que entraron y salieron del IIEG y haciendo uso de sensores eran capaces de registrar las temperaturas corporales.
Registraron por periodos de tiempo los grados, y obtuvieron una temperatura promedio para conocer el estado de salud del Instituto, contribuyendo así a la prevención de contagios por covid-19. Además, el sistema generaba un histórico con los registros de entradas y salidas, y su nivel de temperatura corporal.
Los estudiantes explicaron que el cerebro de “Liidia” y “Chicho” es un modelo de inteligencia artificial que denominaron “Augustus” (AUtomatic alGorithm USed To Unify Search) e indicaron que para ambos proyectos usaron el servidor Hanikua Hasí, -creado por los jóvenes de la generación pasada de Programa Delfín-.
Augusto Valencia, director general del IIEG se dijo impresionado por la capacidad de ejecución de los proyectos y felicitó a los jóvenes por su compromiso en ofrecer soluciones a las necesidades del IIEG. Destacó que continuará velando porque el Programa Delfín siga creciendo.
Martha Alicia Díaz, coordinadora General de Tecnologías de Información destacó que colaborar con los jóvenes significa estar en constante aprendizaje de ambos lados (tanto del Instituto como de los estudiantes). Les agradeció por el entusiasmo, por su alegría y por sus ganas de trabajar. “Ustedes tienen características especiales que los distinguen de otros muchachos de su edad, pues invierten un verano en crear, en ser innovadores. No pierdan ese espíritu y sigan impulsando su creatividad.
El doctor Edgar Cossío dijo estar complacido, mientras que los estudiantes agradecieron el conocimiento y el apoyo que brindó para el desarrollo de estos proyectos.