El Sol Cenital es un fenómeno que se observa cuando el astro apunta directamente sobre nuestras cabezas, razón por la cual si vemos objetos perfectamente verticales no proyectaban sombra alguna.
El Sol Cenital es un fenómeno relacionado con los movimientos de la Tierra y su disposición en torno al Sol, explica Durruty Jesús de Alba Martínez, físico y académico del Instituto de Astronomía y Meteorología del Departamento de Física del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías de la Universidad de Guadalajara.
Indica que la tierra gira en una órbita elíptica en torno al Sol y además tiene una rotación sobre su propio eje, sin embargo, ese eje tiene una pequeña desviación respecto al plano de traslación en torno al Sol; esto significa que, desde nuestra perspectiva en la Tierra, el Sol parece moverse a lo largo del año, saliendo y ocultándose en diferentes puntos del horizonte. Estos cambios en la posición del Sol causan las estaciones y los diferentes tiempos de salida y puesta del Sol.
Para quienes vivimos en Guadalajara, tanto el 24 de mayo como el 20 de junio podremos apreciar el Sol Cenital, es decir, el Sol sobre la vertical de nuestra ciudad en horas del mediodía. “El Sol se encontrará aproximadamente sobre el cenit, en un punto que apunta directamente sobre nuestras cabezas, razón por la cual si vemos objetos perfectamente verticales no proyectaban sombra alguna”.
El Sol Cenital se presenta en la zona intertropical, una vez en cada trópico (durante el solsticio de verano) y dos veces en cualquier otro punto ubicado en esta zona. A la latitud del ecuador, los días de Sol Cenital se corresponden con los equinoccios.
Importancia para la historia
Conocer las posiciones del Sol ha sido fundamental en la historia de la humanidad. Los antiguos pobladores edificaron construcciones de acuerdo con los movimientos de los astros, indica Alba Martínez, quien también es experto en divulgación historia y enseñanza de la física y la astronomía.
En la época prehispánica, un observatorio era mucho más que un lugar dedicado a la ciencia, pues era una especie de templo donde se registraba el movimiento de los astros y se expresaba la voluntad divina.
El arqueólogo Orlando Casares Contreras, quien se ha especializado en el estudio de la arqueoastronomía de los antiguos mayas, indica que los edificios en forma piramidal y plataformas se utilizaban para realizar actividades políticas o religiosas, y además servían como marcadores o puntos de referencia que indican las salidas y puestas del Sol y los movimientos de la Luna y de Venus.
“Un punto para observar el movimiento del Sol puede ser una entrada a un templo o una alfarda. En muros, escalinatas, nichos, caminos e, incluso, pinturas murales de cientos de edificios mayas se proyectan luces y sombras producidas por el movimiento del Sol, de Venus o la Luna. Con esas marcas efímeras los antiguos mayas hicieron visible el tiempo e identificaron en qué momento sembrar y cosechar.”
Mientras que el arqueoastrónomo Jesús Galindo, quien ha estudiado la astronomía mesoamericana en diversos sitios prehispánicos de México, indica que la orientación de las construcciones con los astros tenía como resultado la hierofanía, es decir, la iluminación de lo sagrado. Este un juego de luces y sombras con las que se refuerza un mensaje de poder de la elite se observa en el templo monolítico de Malinalco donde las esculturas de águilas y de un jaguar tenían al Sol como deidad.
Por su parte, Durruty Jesús de Alba Martínez, profesor en el Departamento de Física de la Universidad de Guadalajara, explica que también la observación de los astros fue fundamental para los antiguos navegantes.
Un ejemplo de ello está en el manual de navegación “El Regimiento de la declinación del Sol del virrey Antonio de Mendoza. La astronomía como instrumento en la exploración de los océanos durante el siglo XVI”, el cual contiene las tablas de las posiciones del Sol que permitieron a los navegantes determinar la latitud de su barco cuando no podían utilizar un punto geográfico concreto para orientarse.
Alba Martínez indica que el concepto de Sol Cenital nos da cuenta de que como sociedad contemporánea hemos perdido esa capacidad de observación de lo que acontece en el cielo y sólo nos damos cuenta cuando hay algún fenómeno peculiar como es el Sol Cenital.
El especialista recomienda acercarse al Instituto de Astronomía y Meteorología que tiene actividades públicas. Por ejemplo, los viernes se llevan a cabo conferencias gratuitas de astronomía, meteorología, ciencias del ambiente, es decir, de conocimiento científico y humanístico, y si el tiempo lo permiten hay observaciones con pequeños telescopios en los jardines del instituto.