Más del 16% que utilizó internet en 2022 sufrió ciberacoso en Jalisco, por ello, denunciarlo es muy importante para que no siga sucediendo y evita que esa violencia se extienda más allá de ciberespacio
Nuestro instituto realizó el análisis con los Principales Resultados del Módulo de Ciberacoso en Jalisco (MOCIBA) 2022 para mostrar la prevalencia y características de esta problemática en la población de 12 años y más que utiliza internet en el estado.
El estudio detalla que en nuestro estado 5 millones 821 mil 279 personas de 12 años y más utilizaron internet y, de esa población, el 16.9% experimentó ciberacoso, afectando a más mujeres y especialmente al grupo de edad de 20 a 29 años.
Esmeralda Correa Cortez, profesora investigadora del Departamento de Políticas Públicas de la Universidad de Guadalajara, explicó que el ciberacoso es cualquier tipo de violencia que sucede en el espacio virtual.
“Puede manifestarse como sexting, es decir, cuando se envían fotos, videos o mensajes de contenido sexual y erótico personal a través de dispositivos tecnológicos, ya sea utilizando aplicaciones de mensajería instantánea, redes sociales, correo electrónico u otra herramienta de comunicación. La palabra sexting es un acrónimo en inglés formado por `sex´ (sexo) y `texting´ (escribir mensajes)”.
Indica que también se manifiesta a través de la violencia social cuando se vulneran los derechos a través de los servicios digitales y pueden derivar en daños psicológicos o emocionales importantes. También sucede cuando hay amenazadas a las cuentas de correo o las redes sociales, cuando hackean el WhatsApp el Gmail o el teléfono celular.
El impacto que padezcan los agredidos dependerá del tipo de acoso, indica Corea Cortez, experta en plataformas digitales. “Las juventudes que sufren algún tipo de violencia en las redes tienen un impacto emocional mayor porque se reproduce entre iguales y se replica a escala nacional y hasta internacional”.
Por ejemplo, tienen un fuerte impacto social para las personas que piensan de manera diferente, ya que en vez de encontrar en las redes sociales reconocimiento, empatía o solidaridad, sufren exclusión y estigmatización que repercute no sólo en su vida cotidiana, también en el espacio laboral, familiar, así como en su integridad personal.
Es importante recalcar que, en nuestro país, el acoso sexual hacia las menores de edad es de las violencias más habituales. Los agresores utilizan las plataformas pensadas para los más jóvenes como el Tik Tok para ver fotos y videos de niñas y jóvenes y luego comienzan a asediarlas, indica Correa Cortez.
Mientras que, en los adultos mayores, la extorsión y el ingreso a sus cuentas bancarias son los casos más frecuentes, situación que causa no sólo impacto emocional sino también tiene un impacto económico. Además, los adultos mayores son los de los grupos más vulnerables por desconocer su situación de riesgo a la que se enfrentan en el ciberespacio.
La estadística del ciberacoso
el análisis con los Principales Resultados del Módulo de Ciberacoso en Jalisco (MOCIBA) 2022 afirma que los mensajes ofensivos (36.8%) y recibir contenido sexual (34.7%) fueron las situaciones más comunes, seguidas por insinuaciones o propuestas sexuales (28.9%). En la mayoría de los casos, las y los acosadores eran desconocidos (53.6%), mientras que un 28.2% eran conocidos(as).
Entre las situaciones experimentadas cuando la persona acosadora era un conocido(a), destacaron las críticas por apariencia o clase social (64.9%) y las provocaciones para reaccionar de forma negativa (57.5%).
En cambio, cuando la persona acosadora era un desconocido(a), en el 68.2% de los casos recibieron llamadas ofensivas, el 66.7% recibió contenido sexual y al 65.1% le hicieron insinuaciones o propuestas sexuales.
El 71% de la población que fue acosada señaló que la persona acosadora era un hombre y que las situaciones más comunes fueron publicar o vender imágenes o videos de contenido sexual.
Identificar los riesgos
Identificar el ciberacoso no es tan sencillo. En una reciente investigación realizada por la doctora Esmeralda Correa Cortez, de la Universidad de Guadalajara, y su equipo, en la comunidad indígena Wixárika en Jalisco y en el norte del país con los Yaquis, se encontró que los jóvenes tenían muy claro la inseguridad que existe en el ciberespacio.
Sin embargo, al compararlos con los jóvenes del Área Metropolitana de Guadalajara se encontró que los de la ciudad no prestan tanta atención al tema y fueron más laxos en su seguridad a la hora de usar redes sociales.
La posible explicación, señala Correa Cortez, es que en los poblados indígenas apenas está llegando el internet. “Con los Yaquis, el Wi-Fi llegó a partir de la pandemia y es posible que por ello actúen con cautela en algo que para ellos es nuevo, mientras que los jóvenes escolarizados son nativos digitales, ya que usan el internet desde la infancia y al hacerse tan común el ciberespacio pasan desapercibidos los riesgos”.
Ante estos resultados, eecomienda no confiarse, revisar los perfiles y no aceptar las invitaciones nuevas. “A estas alturas muy pocas personas tienen perfiles nuevos, la mayoría son viejos”.
También es importante estar alerta al uso del lenguaje. “Los jóvenes no deben olvidar que el lenguaje es un diferenciador de edad. Cada generación tiene ciertas características y usa ciertas palabras o conceptos. Es importante estar alertas con las frases que usa la persona que están atrás de la pantalla porque hay quienes tratan de aparentar que son muy jóvenes, pero en realidad son personas con mayor edad que buscan aprovecharse y eso se identifica en algún momento de la conversación cuando le salen palabras de su generación”.
En caso de sufrir acoso o violencia en el ciberespacio, la doctora indica que es importante denunciar en la Fiscalía General del Estado para que la Policía Cibernética pida a las plataformas digitales información de esos perfiles acosadores y les dé seguimiento, porque gran parte de los acosadores también lleva la violencia afuera del espacio virtual.
“Muchas personas cuando les llega un mensaje de acoso sólo lo cancelan o lo bloquean, pero no denuncian, y la o el acosador sigue libre en el ciberespacio y continuará haciendo lo mismo”.
La doctora Correa indica que en el país existen las leyes adecuadas para prevenir y detener el ciberacoso, sin embargo, hay un déficit de ciber policías, además falta capacitación en materia de seguridad y delitos digitales. “Hace falta darle importancia al ciberespacio para poder prevenir y castigar a los delincuentes”.
Señala que es indispensable promover una visión de cultura para la paz desde la educación preescolar hasta el bachillerato para reestructurar el tejido social, y enseñar a las nuevas generaciones que hay otras formas y otros caminos de convivencia libres de violencia.