Francisco Hernández Lomelí, profesor e investigador de la Universidad de Guadalajara explica sobre la historia de la televisión en nuestro país y la importancia de la invención del jalisciense Guillermo González Camarena.
Este 21 de noviembre fue el Día Mundial de la Televisión y para ello nuestro Instituto presentó un análisis sobre la disponibilidad y el uso de las tecnologías de la información y comunicaciones en los hogares.
De acuerdo con el análisis Principales Resultados de la ENDUTIH 2022 en Jalisco, en 2022, 2 millones 320 mil 507 hogares contaban con un televisor, es decir, el 94.6 por ciento de los hogares y, de esa cifra, un millón 224 mil 856 o 49.9 por ciento con televisión de paga.
Francisco Hernández Lomelí, profesor e investigador de la Universidad de Guadalajara, indica que los experimentos para crear la televisión a blanco y negro en México datan del año 1935, cuando se realizó un experimento llamado sistema electromecánico por la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica, hoy Politécnico Nacional.
El proyecto estaba auspiciado por el Partido Nacional Revolucionario (actualmente PRI); sin embargo, por problemas en ese partido político tuvieron que abandonar la investigación, por eso ese prototipo sólo funcionó un par de días y fue visto por pocas personas, explica Lomelí.
Un par de años después, Guillermo González Camarena, un científico investigador jalisciense, patentó en 1940 un sistema para dar color a la televisión, su creación fue extremadamente importante porque en esa época todavía no había televisión en nuestro país, adelantándose a la mayoría de la comunidad científica del país.
Fue hasta el 1 de septiembre de 1950 que arrancó el primer canal de televisión en México, la XHTV-TV Canal 4. La transmisión en blanco y negro se emitía diariamente durante cuatro horas en la tarde-noche y el contenido eran principalmente noticias. “En las primeras emisiones un locutor leía las noticias como si estuviera en el café, cruzó la pierna y empezó a leer el periódico Novedades”.
Francisco Hernández, experto en estudios de la Comunicación Social, indica que, en ese momento, no había más de 200 televisiones en el país y solamente del Distrito Federal, hoy Ciudad de México.
En marzo de 1951 se inauguró el EW-TV Canal 2 (ahora el Canal de las Estrellas) y en mayo del año 52, la XHGC-TV Canal 5 de Guillermo González Camarena. “Esos fueron los primeros tres canales y había competencia entre ellos, no era un monopolio como ahora, eran empresas independientes”.
El profesor investigador relata que en ese tiempo la televisión era muy costosa y tenía poca audiencia, ya que sólo se veía en el Distrito Federal, además se importaba de Estados Unidos y el Gobierno mexicano lo había restringido.
Hernández afirma que quienes tenían acceso veían programas de deportes populares de ese tiempo porque eran contenidos baratos de producir, solamente se necesitaba trasladar la cámara y filmar el béisbol, la lucha libre, el box o la jai alai.
Además, era la época de oro del cine mexicano, por ello se transmitían decenas de películas y programas en vivo con actores de teatro o cine y locutores que venían de la radio. Los programas eran copias de los que se producían en Estados Unidos.
El experto explica que esos tres canales se fueron a la quiebra, entonces se unieron para obtener ganancias al compartir anuncios. Al decir que solamente estaban coordinados les ayudó a evitar que los clasificaran como monopolio, un esquema prohibido en México. “Fue así que crearon en 1950, el Telesistema Mexicano que entre comillas los coordina y vendía anuncios en paquete que se transmitían en los tres canales”.
Telesistema Mexicano comenzó su expansión, crearon canales en Puebla, Veracruz, Querétaro y Jalisco a finales de los años 50. “En la provincia, como decían ellos, no se producían contenidos, más que una o dos horas, toda la programación venía del Distrito Federal, tal como es ahora, un modelo que no deja desarrollar a los demás”, dice Hernández, doctor en Ciencias de la Información y la Comunicación por la Universidad Complutense de Madrid.
En Jalisco, sólo el Canal 6 se desenvolvió en la autonomía y en la producción de contenidos independientes, pero quebró al no poder competir contra Telesistema Mexicano.
Hernández dice que ese monopolio se rompió en 1968 cuando el Gobierno dio dos concesiones más, una al Canal 13, que era público, y otra al Canal 8, que eran de los industriales de Monterrey.
Inició así un periodo de competencia en México de 1968 hasta 1973 que se fundó Televisa, “empresa que repitió el mismo esquema monopólico de coordinación para quedarse con la programación y adecuar anuncios a los canales”. Después, vino otro periodo con Carlos Salinas de Gortari, quien privatizó en 1992 el Canal 13, la televisión pública, y se creó TV Azteca.
Francisco Hernández Lomelí, quien es también doctor en Ciencias Sociales por la Universidad de Guadalajara, señala que la incursión de televisión en México fue un gran acontecimiento, al principio el Gobierno, académicos e intelectuales debatieron sobre si la televisión debía ser pública o comercial y, aunque la ley contemplaba que debía haber una programación de interés público con transmisiones culturales, educativos de entrenamiento, y comerciales, al final ganó lo comercial.
Hernández Lomelí explica que necesitamos una política de contenidos que exija la producción de programas de calidad y opciones para impulsar la pluralidad.
La invención de Guillermo González Camarera
Guillermo González Camarena fue un científico, investigador e inventor mexicano, que nació en 17 de febrero de 1917 en Guadalajara, Jalisco, y quien creó «Adaptador Cromoscópico para Aparatos de Televisión» para dar color a las imágenes de televisión en nuestro país.
Junto con su familia, se trasladó desde muy pequeño a la Ciudad de México. Cuando tenía 10 años ya hacía experimentos de radio, luego para dar cauce a sus inquietudes científicas se inscribió en la Escuela de Ingenieros Mecánicos Electricistas, pero como en las materias no había la de radio solo cursó dos años.
Cuando tenía 15 años, Guillermo González comenzó a trabajar en el Departamento de Radio de la Secretaría de Educación Pública como ayudante operador de audio de la estación. Allí percibía 80 pesos mensuales que invertía íntegros en la adquisición de libros, alambres, condensadores, audífonos y micrófonos.
Francisco Hernández Lomelí, profesor e investigador de la Universidad de Guadalajara, explica que para que González Camarena experimentará a fin de dar color a las imágenes de televisión, se nutrió de la experiencia de ingenieros y académicos de la Escuela de Ingenieros Mecánicos Electricistas, quienes ya habían experimentado con un sistema mecánico de televisión.
Además, le ayudaron sus años de trabajo en la radiodifusora para conocer el comportamiento de las ondas hertzianas. Los fundamentos de la teoría del color y la imagen fueron transmitidos por su hermano Jorge, quien era pintor y el legado de su padre accionado a la fotografía. “Estos elementos fueron fuentes de inspiración para que él patentó en 1940 su adaptador cromoscópico para aparatos de televisión”.
El adaptador cromoscópico es un sistema que sirve para la transmisión y recepción de imágenes en colores por medio de un disco óptico provisto de tres ventanas, cada una de ellas de un color: rojo, verde y azul.
Aunque González Camarena patentó su invento en 1940 siguió mejorando su proyecto y, 1966, transmitió a color algunos programas de educación. Lamentablemente los grandes empresarios de la televisión en México compraron en 1967 el sistema estadounidense de la RCA (Radio Corporation of America) que transmitía a color, sistema que se convirtió en el oficial y la población no vio los experimentos del inventor jalisciense.
En 1970 se transmitió en color el primer mundial de fútbol realizado en nuestro país y para el cual se usó el sistema RCA y no el sistema de González Camarena, a pesar de que era más económico y sencillo.
“El sistema de Camarena fue considerado marginal y no fue operado para la televisión comercial”. Hernández Lomelí indica que faltó y sigue faltando apoyo para comprender la invención e importancia de Guillermo González Camarena.