Te presentamos los proyectos que se trabajaron en la segunda edición de GLITCH, el Laboratorio de Visualización de Datos. Los datos presentados de manera clara y sencilla son una forma de impulsar la participación ciudadana informada. Conócelos.
Los datos tienen el poder de revelarnos realidades que antes no veíamos; detonar conversaciones relevantes y con sentido; ayudan a entender mejor nuestro entorno; a aproximarnos con empatía a los otros y a tomar mejores decisiones, indica José Duarte, diseñador y pensador visual co-fundador de TELL – Business Storytelling.
Duarte fue uno de los especialistas que se trasladó desde Bogotá para participar en GLITCH, el Laboratorio de Visualización de Datos que, por segunda ocasión, el IIEG organizó a fin de que las personas tuvieran la oportunidad de explorar maneras de obtener datos estadísticos y lograr presentarlos de manera novedosa, llamativa y sencilla.
Daniela Whaley historiadora, gestora cultural, comunicadora y bordadora de la Ciudad de México, fue otra de las expertas que mostró, a 14 participantes de GLITCH, su proyecto Agujas Combativas, con la intención de visibilizar los lazos entre arte, comunidad y activismo con el uso y manejo de datos.
David Gómez Abad, de origen español y coordinador de documentación en el Laboratorio Cultural Ciudadano de Nuevo León (LABNL), también mostró a los talleristas la importancia de trabajar datos para lograr una cultura libre y el conocimiento abierto a través de un quehacer colaborativo y compartido.
Durante cuatro semanas, y de la mano de los especialistas, los participantes de GLITCH reforzaron sus habilidades para la visualización de los datos en cuatro proyectos que fueron presentados la tarde del 8 de febrero en el Ex Convento del Carmen. Los prototipos exploran temas que conciernen a nuestra ciudad, entre ellos, la remodelación del Paseo Alcalde; la percepción de seguridad; accidentes vehiculares y el uso de la bicicleta pública.
Conrado Romo, director de la Unidad de Información de Gobierno, Seguridad Pública e Impartición de Justicia de nuestro Instituto, indicó que GLITCH es una apuesta por construir una política de datos abiertos que ofrezca información clara y democrática; que evite “cajas negras” y logre que el uso de los datos explique procesos y fenómenos complejos.
“GLITCH busca que las personas pierdan el miedo a los datos y les acerca experiencias pedagógicas novedosas para que cualquier ciudadano pueda presentar información que provoque discernimiento, y apropiación de los datos tan necesaria para entender nuestros contextos, y tan importante para entendernos como sociedad y generar vínculos empáticos con los demás.
“Solo aquellos que sepan el lenguaje o entiendan las lógicas de los datos podrán entender el mundo y tomar decisiones”, explicó Romo
Humanizar los datos
Diego Cruz Herrera, arquitecto, maestro en urbanismo y quien concibió GLITCH desde su primera edición, detalló que los talleres fueron pensados para trabajar de manera análoga y mostrar la información en espacios no-digitales, a fin de que personas que no necesariamente tuvieran experiencia técnica pudieran participar.
Karina de Santiago, quien trabaja en investigación y estudió Filosofía y Ciencias Sociales, explicó que participó en GLITCH por su enfoque humanístico. “Al humanizar los datos y al ponerles nombres dejas de creer que son solamente cifras o estadísticas y pasan a ser narraciones e historias y puedes mover más fibras, llegar a más personas, y además te dan más ganas de generar, producir y acercarte a la información”.
Para Guadalupe Nayeli Solís Nieves, ingeniera mecatrónica y analista de datos, también fue la humanización de la información lo que la llevó a participar en los talleres, “en especial porque estaban más enfocada al usuario”. Lo mismo opinó Marco Antonio Torres, matemático y maestro en economía, quien se interesó en GLITCH por involucrar a la ciudadanía.
Tanto Diego Cruz, Karina de Santiago, Nayeli Solís y Marco Torres crearon el prototipo “A Chuchita la bolsearon”, mediante el cual se realizaron encuestas ciudadanas para conocer la percepción de seguridad de las personas que transitan o viven en distintos espacios del Área Metropolitana de Guadalajara y comparar esa información con la plataforma de seguridad del Gobierno de Jalisco. Las personas que participaron en la encuesta golpearon una pera de box para sacar su frustración, golpes que además formaron parte del conteo del proyecto.
Valeria Espinoza, quien estudió Gestión Pública, desarrolló junto con el geógrafo Brian Zuñiga y Jorge Luis Barba Moreno, ingeniero civil, el prototipo “Alcalde” que nació a raíz de la remodelación y peatonalización del paseo Alcalde en el centro de Guadalajara. Ellos midieron a través de encuestas, los cambios en el consumo del comercio tradicional, en el entretenimiento, en el turismo y en especial la percepción de seguridad que existe en esa zona.
Otro de los proyectos fue “Data Cassette”, que fue creado por Conrado Romo, quien registró los datos de los accidentes vehiculares ocurridos los lunes en el Área Metropolitana de Guadalajara desde el 2015, y en el cual se mostró, en tonos agudos, los años que representaron menos accidentes y, en tonos graves, los años que representaron más siniestros.
Mientras que en el proyecto “Mi Bici”, con el que participaron Emma Tamez Montero, Edgar Quintana Uribe, Gabriela Becerra Castellanos, Isabella Vaidovits Sordo y Marco Antonio Torres Martínez, se midió la percepción de seguridad de la población que usa la bicicleta pública en algunos trayectos de la ciudad.
Los participantes agradecieron los esfuerzos de nuestro instituto por llevar a cabo GLITCH que les ayudó a tener nuevas perspectivas para la presentación de la información y hacer vínculos con personas de distintas disciplinas.