Los puentes fueron creados para cruzar ríos, valles y/o carreteras. Por el crecimiento urbano del siglo XX, se comenzaron a construir para las ciudades. Nuestro instituto examinó 272 puentes peatonales del AMG para analizar su eficiencia.
Los puentes son estructuras fundamentales para el desarrollo de las sociedades. Sirven para cruzar obstáculos físicos como ríos, valles, carreteras u otros cuerpos de agua o terrenos. Su propósito principal es proporcionar caminos seguros y estables para el tráfico humano y vehicular.
Abren la puerta al comercio, al turismo y la conectividad entre regiones, además pueden ser impresionantes obras de arquitectura y bellos puntos de referencia en el paisaje.
En México, estas estructuras fueron construidas desde épocas prehispánicas utilizando materiales naturales como madera y piedra. Con la llegada de los españoles, se introdujeron técnicas de construcción más avanzadas para facilitar el transporte y la comunicación en las colonias.
En el siglo XX, por el crecimiento urbano y el aumento del tráfico vehicular, comenzaron a edificarse puentes peatonales para garantizar la seguridad de las personas al cruzar carreteras y calles congestionadas contribuyendo a un entorno más seguro y eficiente para todos los usuarios de la vía pública.
El pasado 10 de octubre nuestro Instituto presentó el Análisis sobre los Puentes Peatonales del AMG, un estudio sobre la distribución de estas estructuras en la ciudad y mide la eficacia de éstos al utilizarlos mediante el Índice de Sinuosidad.
El análisis explica que el índice permite evaluar qué tan sinuoso es el camino para una persona que debe cruzar la calle y se obtiene al contrastar la distancia recorrida de inicio a fin del puente, contra lo que camina esa persona en línea recta al cruzar una avenida sin usar el puente.
Cuando el índice es cercano a 1, el camino tiene poca sinuosidad porque la distancia recorrida es muy similar al trayecto que se hace en línea recta entre los puntos. Cuanto mayor es el índice más es la distancia del camino.
Diego Rodríguez, becario de nuestro Instituto y adjunto a la Unidad de Información Estadística Socio Demográfica Geográfica Ambiental, detalla que para lograr este análisis trabajó durante cuatro meses utilizando los satélites de Google y de Bing para geolocalizar los puentes de los principales municipios de Jalisco y la herramienta QGis para realizar los mapas.
Los resultados
En el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG) se identificaron y digitalizaron 272 puentes peatonales que se encuentran ubicados en ocho municipios. En Zapopan se localizaron 99 puentes; en Guadalajara: 43; en San Pedro Tlaquepaque: 40; en Tlajomulco de Zúñiga: 35; en Tonalá: 31; en El Salto: 11; en Ixtlahuacán de los Membrillos: 10, y en Zapotlanejo: 3.
Una vez digitalizados se calcularon las distancias correspondientes a los cruces y los trazos de los puentes.
Para entender mejor el análisis, se definió como Cruce a la distancia real en línea recta entre un lado y otro de la calle, en otras palabras, la distancia que recorre un peatón al cruzar la calle.
El Trazo es el trayecto que se recorre en un puente peatonal para librar la calle, es decir, la distancia real caminada al subir, cruzar y bajar del otro lado del puente. Esta línea casi nunca es recta.
Por último, Sinuosidad como es la distancia real que se camina si las personas cruzan por el puente a comparación de que si se cruza a nivel de la calle.
En el AMG, el puente más largo en su Cruce fue el de Los Cubos 1 con 241.83 metros, en Zapopan. El puente más largo en el Trazo fue el Evangelio con 494.07 metros, en San Pedro Tlaquepaque; el más corto en su Cruce fue Mercaderes 2 con 15.30 metros, en Guadalajara y más corto en su Trazo están en El Batán 1 con 40.19 metros, en Zapopan. Además, se clasificaron de la misma manera, pero por municipio.
Juan José del Toro, director de la Unidad de Información Estadística Socio Demográfica Geográfica Ambiental, indica que este análisis califica los puentes desde el punto de vista del peatón.
“Es un trabajo que se pone en la mesa a fin de que funcione para el análisis de los interesados en la movilidad no motorizada en el Gobierno del Estado y en los municipios”, explica.
Los puentes peatonales ofrecen varias ventajas como son la seguridad de cruzar carreteras o vías férreas sin tener que competir con los vehículos en movimiento. Esto es especialmente importante en áreas con altos volúmenes de tráfico, donde cruzar la calle a nivel del suelo puede ser peligroso. Además, pueden alentar un estilo de vida activo y saludable, alentando a las personas a caminar en lugar de depender únicamente de los vehículos para desplazarse.
Minimizan los accidentes, al proporcionar una ubicación designada y segura para que los peatones crucen, los puentes peatonales ayudan a reducir el riesgo de accidentes entre vehículos y peatones.
También mejoran el flujo vehicular pues al separar a los peatones del flujo vehicular, los puentes peatonales ayudan a mantener un flujo de tráfico más suave y continuo, reduciendo así la necesidad de que los vehículos se detengan repetidamente para permitir que los peatones crucen la carretera.