5.5 defunciones por cada mil habitantes se estiman en Jalisco
El 2 de noviembre se festeja en México a los Fieles Difuntos (Día de Muertos) y en este contexto el Instituto de Información Estadística y Geográfica (IIEG) en la Unidad Sociodemográfica se analiza sobre el volumen y las causas de muerte de los jaliscienses, ya que éstas son el reflejo de las condiciones de bienestar que permiten establecer las previsiones de servicios sociales y las necesidades de atención de los servicios de salud.
Según estimaciones del Consejo Nacional de Población (CONAPO), en 2014 la tasa bruta de mortalidad en Jalisco se estima en 5.55 defunciones por cada mil habitantes, y se prevé que se incrementará hasta llegar a 6.51 en 2030 como consecuencia del envejecimiento poblacional, ligeramente inferior a la proyección nacional pero siguiendo la misma tendencia. (Ver figura 1). Es de resaltar que en este año Oaxaca y Veracruz son las entidades con las más altas tasas 7.11 y 6.68 respectivamente, y Baja California (4.24) y Quintana Roo (3.65) las más bajas.
Por su parte, la esperanza de vida al nacimiento para los jaliscienses según el CONAPO se estima en 75.4 años, para las mujeres en 78.1 años y para los hombres en 72.8 (Figura 2). La diferencia de poco más de cinco años se debe al nivel de exposición al riesgo de fallecer de mujeres y hombres en función de las actividades y los espacios donde se desempeñan unas y otros, así como de los estilos de vida diferenciados, comparado con la esperanza nacional los valores son muy similares.
La mortalidad infantil es otro de los principales indicadores demográficos que reflejan las condiciones de vida y el desarrollo socioeconómico de México. A nivel estatal, a partir de 1990 este indicador se ha mantenido a la baja, colocándose este año en una tasa de 10.7 defunciones por cada mil nacimientos, debajo de la media nacional que está registra 12.4 en 2014. Haciendo una análisis al interior nacional, Puebla es la más alta tasa con 16.8 y Nuevo León la más baja con 8.9 defunciones por cada mil nacimientos (Ver figura 3).
Por otro lado, la mortalidad materna que representa un problema de salud pública que puede prevenirse y que además refleja la desigualdad social que existe en el país, se ha ido reduciendo en el estado de 1990 a 2012 al pasar de una tasa de 54.8 a 33.4 defunciones maternas por cada 100,000 nacidos vivos (Figura 4). Jalisco está entre las seis entidades que su tasa es de las menores; Baja California, Querétaro, Nuevo León, Colima, Campeche son los que presentan tasas por debajo de la de Jalisco. Es importante mencionar que este indicador es parte de los Objetivos de Desarrollo del Milenio[1], el cual no se encuentra todavía muy cerca de alcanzar la meta de 22.3 defunciones propuesta para 2015.
[1] En septiembre del año 2000 se celebró, en Nueva York, la Cumbre del Milenio de las Naciones Unidas (ONU). En dicho evento, los jefes de estado y de gobierno de 189 naciones se comprometieron con el contenido de la Declaración del Milenio, para alcanzar, a más tardar en 2015, lo que se denominaron los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM)
En Jalisco, la estructura de la mortalidad por edad y sexo presenta importantes diferenciales, ya que según proyecciones del CONAPO, de las 43 mil 534 defunciones estimadas en 2014, 55.1% corresponden a hombres y 44.9% a mujeres, lo que significa que fallecen 123 hombres por cada cien mujeres.
Esta mortalidad masculina se presenta en todos los grupos de edad, excepto en los mayores de 65 años y se manifiesta con mayor intensidad en el grupo de 15 a 29 años donde se registran 296 defunciones masculinas por cada cien femeninas (ver figura 5).
La celebración del Día de Muertos es de origen mesoamericano y posteriormente con la llegada de los españoles a México se combinó con la celebración católica de Todos los Santos que es primero de noviembre, es una de las tradiciones más ricas y con más arraigo en México, razón por la cual fue proclamada por la UNESCO en 2003, como Obra Maestra del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.