Concedida como ciudad en febrero de 1833, Colotlán ha sido testigo de importantes eventos históricos y es cuna de tradiciones ancestrales. La resistencia de sus pobladores originarios ante la conquista española y su interesante vida cultural ilustran la singularidad de esta región.
Colotlán, ubicada en la región Norte de Jalisco, es una ciudad que destaca por su rica y profunda cultura, sus costumbres, paisajes y gastronomía. La historia de Colotlán como ciudad inició un 19 de febrero de 1833 cuando le concedieron este título y dejó de ser villa. Actualmente la región está habitada por 19 mil 689 personas y fue originalmente poblada por los tibultecos guachichiles o nayaritas, con presencia cercana de huicholes y caxcanes.
El escritor y artista plástico Ricardo Urista Alvarado dice que antiguamente se le conocía a Colotlán como doble frontera cultural con los bárbaros, por su ubicación geográfica y sus características naturales y culturales propias que facilitaron el desarrollo de una fuerte cultura prehispánica.
“Aquí era una frontera cultural y natural en cuanto a la cuestión desértica o climatológica; por ello, se le catalogó como un punto estratégico de mucha resistencia ante la conquista. Los españoles literalmente no pudieron someter por las armas a los nativos y siempre tuvieron que negociar con ellos”, indica Urista, quien es Premio Nacional de Arte.
Ejemplos de ello, es que Colotlán está a una distancia muy escasa del del cerro del Mixtón, en lo que fue la primera Guadalajara (Nochistlán), donde sucedió la batalla entre los nativos comandados por el líder indígena caxcan Francisco Tenamaztle y el español Pedro de Alvarado, quien venía de conquistar Guatemala y someter a los aztecas del templo mayor en la Ciudad de México. En esa lucha murió Pedro de Alvarado. Este episodio resalta el carácter guerrero de la población.
Asimismo, el apoyo de Colotlán a la independencia de México fue notable debido a que Marcos Escobedo, primer presidente municipal de Colotlán, junto con el cura Calvillo enviaron 6 mil indios flecheros para apoyar a Miguel Hidalgo en la batalla del Puente de Calderón.
Lugar de alacranes y del Dios Viejo
La etimología de Colotlán revela aspectos significativos de su cosmovisión y cultura ancestral. Lleva como significado en Náhuatl «lugar donde abundan los alacranes», pero investigaciones recientes sugieren que también podría significar «lugar del Dios Viejo», en referencia a Huehuetéotl o Dios Viejo, una deidad central en la religión prehispánica de la zona.
Ricardo Urista Alvarado, doctor Honoris Causa por las matemáticas aplicadas al arte contemporáneo, explica que apenas hace un año y después de un deslave a las orillas de Cuautitlán, empezaron a salir algunas figurillas que efectivamente remiten a Huehuetéotl o Dios Viejo. “En las 25 hectáreas que hemos recorrido siguen saliendo vestigios que hablan aproximadamente de una población mínima de 50 mil habitantes donde la principal deidad era Dios Viejo”.
El Dios Viejo es un anciano encorvado, sentado en cuclillas o flor de loto con una vasija en las manos y en la parte superior de su cabeza lleva un tenamaste o una especie de vasija que almacena el fuego para los rituales.
Además, este significado se enlaza con el “lugar donde abundan los alacranes” porque en el Códice Borgia se aprecia que en el caparazón del alacrán hay una máscara de un anciano y sus patas representan las barbas de ese hombre viejo. De acuerdo con la cosmovisión de los wixárikas, el alacrán cuando pica inyecta fuego, por eso se le considera un animal sagrado del fuego.
Espacios históricos
La arquitectura y los espacios históricos de este municipio jalisciense reflejan su rica historia, comenta Urista. Por ejemplo, destacan los vestigios de una capilla, en un área de por lo menos 6 manzanas, donde se pueden apreciar muros de piedra de hasta de dos metros y una simbología religiosa de principios de 1600.
También están los Arcos del Mercado Antiguo construidos en tiempos de la Revolución Mexicana a petición de Venustiano Carranza, primer jefe del Ejército Constitucionalista. Su idea era apoyar la economía de Colotlán debido a que las fuerzas villistas, lideradas por Pánfilo Nátera, quemaron partes de la región y 15 fábricas a consecuencia de que el colotlense Victoriano Huerta había usurpado la Presidencia de la República.
“Carranza manda que apoyar la economía de Colotlán con la construcción de un mercado y para ello se edificaron arcos utilizando la cantera de un panteón que ya estaba en desuso. Son monumentos históricos. El arco norte está fechado en 1914 y el arco sur en 1915. Además, los portales también fueron quemados y reconstruidos, su arquería mide por lo menos 70 metros y aún hay canteras que se ven flameadas que rememoran el incendio”, detalla Uriste.
Otro edificio representativo es la Casa Hidalgo, que fue la primera escuela oficial y que actualmente funciona como Centro Cultural de la Universidad de Guadalajara. En su cantera labrada con fecha de 1939, aún se ven pasajes de la primera escuela de niñas.
También está la Casa de la Cultura, que funcionaba como depósito de los diezmos que pedía la Iglesia Católica en especie y en moneda; y había una más (que ya fue demolida) que recibía a los animales. “En ambas casas había una especie de gárgolas”, comenta Urista.
“En la Casa de Cultura aún se puede ver un macho cabrío pintado en la entrada y un rosetón que con las sombras da un aspecto de un vampiro, entonces la gente interpreta que realmente no eran cuestiones de adoración y de culto, si no de espantar a la gente para que no robara lo que había”.
Las festividades más destacadas
Hilda Yesenia Becerra Raygoza, directora de Cultura de Colotlán, indica que las festividades y la gastronomía del municipio son expresiones vivas de su cultura. Entre las más importantes está la que se celebra el 19 de agosto para San Luis Obispo, patrono de Colotlán, a para quien se hacen un novenario previo, misas y rosarios.
En los primeros días de septiembre también se celebra a San Nicolás Tolentino, un santo que actualmente es más venerado que San Luis Obispo, pues en honor a él se organizan danzas, música y pirotecnia.
El artista Urista Alvarado añade que para San Nicolás las mandas se realizan bailando, la gente promete, ya sea 1 o 2 horas de baile. Además, para esas fechas se traen del cerro una frutilla, una especie de jícama conocida como coyaute, un pequeño tubérculo que sólo puede ser degustado en esa época”.
Becerra Raygoza, quien es también académica y periodista, explica que “una situación curiosa es que, para asignar una iglesia por cada santo, se hizo un sorteo, esto puede explicar por qué San Nicolás es más venerado que San Luis Obispo”.
Otra de las festividades importantes es la Feria Nacional del Piteado, que se celebra a finales de abril y principios de mayo. El piteado es una artesanía que en la década de los noventa fue la más representativa. Se realiza con cuero e hilo de pita que se extrae de una planta parecida al maguey que viene desde Oaxaca.
“En la feria hay desde teatro del pueblo hasta una exposición artesanal donde exhiben desde pulseras bordadas con pita; artículos para para dama; cintos piteados; monturas, etc”, explica Becerra Raygoza.
También se puede disfrutar el Festival Cultural, que se celebra en agosto por la fundación de Colotlán, y el Festival de las Gorditas realizado el 16 de septiembre en la Plaza de Armas donde la gente baila, concursa en juegos y degusta gorditas típicas doradas preparadas en manteca y carne de puerco y chile rojo. “Se han vendido cerca de 50 mil gorditas en un solo día”.
En cuanto a música, el Mariachi Juvenil Colotlán destaca por sus múltiples presentaciones en Cuba y en Estados Unidos como parte de la gira “México en el Corazón» donde visitaron estados como Tennessee, Nueva York, Illinois, Indiana, Texas, Washington, entre otros.
Entre los personajes ilustres se encuentra Salvador Lutteroth González, quien se considera el padre de la lucha libre en México; el pintor Mateo Saldaña, alumno de José María Velasco y maestro de los pintores Pedro y Rafael Coronel, y Carmen Barajas, quien participó en la Revolución Mexicana.